El Señor le dijo a Moisés:
«Sube al monte y ven a mí, y quédate aquí, y te daré las tablas de piedra con
la ley y los mandamientos que he escrito para instruir al pueblo.» - Éxodo
24:12
Palabras del Señor: “Sabrán
que yo soy el Señor su Dios, que los saqué de Egipto para habitar entre ellos.
“Yo soy el Señor tu Dios.” – Éxodo 29:46
Las palabras de Moisés:
“Porque el Señor vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios
grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni acepta
sobornos.” Deuteronomio 10:17
Con estos versículos quiero
establecer la mayor de las mayores causas, la “raíz-madre” del antisemitismo a
partir del tiempo del Éxodo:
1- Los egipcios, los cananeos,
los amonitas, los madianitas, los moabitas, los edomitas, los filisteos, los
hititas, los gergeseos, los amorreos, los ferezeos, los heveos, los jebuseos,
entre otros pueblos de aquella época, tenían sus dioses, a los cuales
consideraban poderosos y protectores, empezando por el Faraón de Egipto quien
era considerado una deidad descendiente directa de Horus, el dios de los cielos
y de los vivientes, ¿cómo podían aceptar de buena gana al Dios de los
israelitas que decían ser, como es, el Dios de dioses?
No pudieron.
Tenían que honrar a sus deidades ¿no?
2- Debemos tener en cuenta que
a la cabeza de los ejércitos de los pueblos antes mencionados estaban sus
dioses y a pesar de ello fueron derrotados;
Esto no quiere decir que no
existan dioses –como los africanos- ya que el propio Señor afirma que es “el
Dios de dioses”, por lo que tenemos que aceptar esta Realidad Divina.
Pero volvamos al antisemitismo
desde una perspectiva judía en un artículo publicado en el sitio web
Chabad.org:
Pregunta:
¿Por qué son perseguidos los
judíos?
Respuesta:
Muchos judíos a lo largo de
muchas generaciones se han hecho la misma pregunta. ¿Por qué se expresó y
todavía se expresa tanto odio en algunos grupos o lugares contra los judíos?
No debería haber motivos para
el odio, pero los pueblos y las naciones han logrado encontrar una
"razón" (irracional) para actuar contra los judíos, persiguiéndolos,
aplicándoles fuertes sanciones, confinándolos en guetos, causándoles dolor y exilio
físico, y lo que es peor, espiritual, y tratando innumerables veces de
diezmarlos.
¿Cuales fueron estas razones?
Éstos son sólo algunos de
ellos: los griegos, los romanos y los babilonios querían imponer su dominio y
su idealismo y sus valores como el culto al hombre, sus tributos físicos y los
placeres mundanos: intentaron expulsar a Dios de la vida de los judíos
prohibiéndoles practicar los preceptos divinos, profanando el Santo Templo e
incluso destruyéndolo.
La Iglesia di Roma, a través
de las cruzadas y la Inquisición, fue uno de los mayores promotores de este
odio tan arraigado y de esta intolerancia total hacia los judíos: quiso imponer
sus ideales y creencias como única opción entre la vida y la muerte (volúmenes
de libros sagrados y rollos de la Torá fueron quemados en la hoguera, y miles
de judíos perseguidos fueron arrojados a sus llamas, ante la mirada de
multitudes que presenciaban estos actos bárbaros).
El nazismo que abrazó a su
país y llevó a multitudes al deseo fanático y desenfrenado de crear una
"raza pura" movida únicamente por el ideal de un hombre
desequilibrado capaz de exterminar a millones de judíos, y no sólo judíos, sino
también negros, gitanos, etc. Pero no sin antes torturarlos a lo largo de los
infinitos pasillos de la muerte, entre el camino que los condujo desde las vías
del tren, a los campos de concentración, a las filas para el "baño"
(cámaras de gas) y a los macabros experimentos jamás imaginados por una mente
humana ser posibles de llevar a cabo con otros seres humanos.
¿Más razones?
No hay razones Odio gratuito,
imposición, intolerancia y fanatismo; La historia judía tiene innumerables
relatos registrados para que actos como estos nunca vuelvan a suceder, pero
tampoco sean olvidados nunca. La mayor prueba de que todo ese odio no fue
efectivo es que se exterminaron cuerpos físicos, pero ningún pueblo a lo largo
de la historia ha logrado exterminar el alma judía que existe eternamente en
cada judío.
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